Intocable vs Intocado

Hay cosas de las que no quiero hablar, me hago la remolona, me hace daño quizás mencinonarlas. Está claro que nos gusta lo dificil, lo imposible, lo que nos desprecia incluso, nos atrae algo cuando sabemos que es inalcanzable, que no podemos tocar... intocable. Pero en mi Blog, Peter, no quiero poner la pegatina a nada de intocable pues aunque sea rozando con los dedos, espero algun dia alcanzar todo lo que me gustaría tocar. Algo intocado, no es inalcanzable, no es imposible, quizás dificil, pero posible que es lo importante. Y esas cosas de las que no quiero hablar son una cuenta pendiente, algo que tengo que saldar para quedarme tranquilar cuando estoy a solas. A lo que me da miedo, a lo que no me atrevo va dirigido este blog... un intento, que quizás resulte frustrado, para tocar la parte de mi mundo de la que siempre me escondo.

Ya sabes, yo... soy como soy.

Foto antigua

Y esa monicaca de chocolate hasta los kikis de rosados lacitos soy yo.
Quién lo diría.
Quién adivinaría en esos ojitos dulces un atisbo, sólo un atisbo de amargura.
¡Si ella, la otra yo, la que fue voraz consumidora de leche condensada, me conociera ahora!
Ahora que estoy hecha un asco, ajada, sin luz, luciérnaga exenta de brillantes culebreos.
Qué pena.

La abstracción de mi mente ha culminado en un monolito de sal. Y ya no quiero escribir más.

(La playa del olvido, 1984)

Almudena Guzmán

Empezando a tocar mi pequeño mundo

Hace mucho que no tengo que escribir y ahora que llega el momento parece que mis ideas se han oxidado, como ese trozo de de hierro que se dejó demasiado tiempo al aire libre y sin pintar. Solo quiero trazar en este espacio virtual, una pequeña parte de esos intocados mundos o, más bien, mi pequeño mundo sin tocar. Un mundo encerrado en los libros que me cuentan lo que yo no me atrevo a escribir.

Ana